El siglo XXI que empezó hace unos pocos años, recién hoy comienza a mostrar sus efectos, a partir del espectacular y vertiginoso desarrollo de las nuevas tecnologías.
Nosotros, los Amigos de Museos, que somos el nexo entre éstos y la Comunidad, entre el objeto y el espectador, entre la historia y las nuevas generaciones, tenemos que hacernos eco de estos cambios. Estos mismos cambios que transforman las relaciones entre los individuos, que colocan a la economía como el valor mas destacado, hoy han provocado una crisis económica y de identidad que nos obliga a detenernos y a reflexionar, hacia adonde vamos con tanta aceleración.
¿Qué se está tratando de alcanzar? ¿Dónde están nuestros valores?, ¿Dónde las personas que con sentido común, sabiduría y experiencia, hubiesen podido ver más allá de una computadora o de los fríos números?
Creo que las nuevas tecnologías seducen y nos hacen perder el rumbo. Tenemos que conocer y definir nuestra identidad, esa identidad que nos confiere el saber de donde venimos, el reconocer cómo surgieron nuestras raíces, el aprender de los aciertos y errores de nuestros antepasados y de todo aquello que abarca nuestra cultura.
Qué importante saber que pese a todos estos cambios nuestro patrimonio, nuestra cultura sigue contenida allí, en los Museos. Es allí donde podemos encontrarla y nosotros, los Amigos de Museos, debemos facilitar el camino para el encuentro, para el conocimiento, para buscar nuestra identidad individual y como parte una nación.
Pero cómo llegar a estas nuevas generaciones para ayudarlos a encontrar esas respuestas, esa orientación que los ayudará a transitar este milenio?
Deberá ser a través de estas nuevas herramientas tecnológicas, a través de la nueva manera de comunicar, desde donde llegaremos a la generación del siglo XXI. Ya la revolución ha comenzado y los museos están participando también del cambio. Están digitalizando su inventario, sus catálogos, textos, están creando recorridos y visitas virtuales, permitiendo otras formas de acceso a su espacio de conocimiento.
Este es el nuevo desafío que debemos encarar los Amigos de Museos, debemos ser los transmisores del mensaje cultural.
SOFIA WEIL DE SPERONI
Vicepresidente FADAM
Nosotros, los Amigos de Museos, que somos el nexo entre éstos y la Comunidad, entre el objeto y el espectador, entre la historia y las nuevas generaciones, tenemos que hacernos eco de estos cambios. Estos mismos cambios que transforman las relaciones entre los individuos, que colocan a la economía como el valor mas destacado, hoy han provocado una crisis económica y de identidad que nos obliga a detenernos y a reflexionar, hacia adonde vamos con tanta aceleración.
¿Qué se está tratando de alcanzar? ¿Dónde están nuestros valores?, ¿Dónde las personas que con sentido común, sabiduría y experiencia, hubiesen podido ver más allá de una computadora o de los fríos números?
Creo que las nuevas tecnologías seducen y nos hacen perder el rumbo. Tenemos que conocer y definir nuestra identidad, esa identidad que nos confiere el saber de donde venimos, el reconocer cómo surgieron nuestras raíces, el aprender de los aciertos y errores de nuestros antepasados y de todo aquello que abarca nuestra cultura.
Qué importante saber que pese a todos estos cambios nuestro patrimonio, nuestra cultura sigue contenida allí, en los Museos. Es allí donde podemos encontrarla y nosotros, los Amigos de Museos, debemos facilitar el camino para el encuentro, para el conocimiento, para buscar nuestra identidad individual y como parte una nación.
Pero cómo llegar a estas nuevas generaciones para ayudarlos a encontrar esas respuestas, esa orientación que los ayudará a transitar este milenio?
Deberá ser a través de estas nuevas herramientas tecnológicas, a través de la nueva manera de comunicar, desde donde llegaremos a la generación del siglo XXI. Ya la revolución ha comenzado y los museos están participando también del cambio. Están digitalizando su inventario, sus catálogos, textos, están creando recorridos y visitas virtuales, permitiendo otras formas de acceso a su espacio de conocimiento.
Este es el nuevo desafío que debemos encarar los Amigos de Museos, debemos ser los transmisores del mensaje cultural.
SOFIA WEIL DE SPERONI
Vicepresidente FADAM
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